domingo, 23 de marzo de 2014

El Correo Gallego (Gallegos del año)

Los Gallegos del Año son el mejor ejemplo de que con esperanza se logra el éxito

Todos son un inspirador espejo en el que mirarse para construir la Galicia capaz de salir adelante que ya vislumbra Gerard López

KORO MARTÍNEZ SANTIAGO   | 25.10.2013 
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Adiós al pesimismo y bienvenida a la esperanza. Ése bien podría ser el lema general con el que catalogar a los premiados mes a mes con los Gallegos del Año.
Mujeres y hombres de éxito en sus respectivas trayectorias profesionales, son todos ellos el mejor ejemplo a seguir para, en momentos de dificultades como los actuales, luchar por salir adelante, y hacerlo con confianza.
La presentadora Paloma Lago, galardonada con el Gallegos del Año en octubre, aseguró sentirse "gallega por los cuatro costados, y más gracias a este reconocimiento, que me hace una ilusión inmensa".
El Gallegos del Año de noviembre, el neurólogo Miguel Blanco, dijo recibirlo en nombre de "un gran grupo que durante años ha trabajado por mejorar la atención a los pacientes con ictus de Galicia", e hizo "una mención especial al profesor Castillo, líder y maestro de este grupo, sin el que nada de esto podría haberse llevado a cabo".
En nombre de Cáritas y el Banco de Alimentos, entidades premiadas en diciembre, intervinieron monseñor Manuel Sánchez Monge y José Pita.
El primero de ellos reconoció el trabajo de "los profesionales y voluntarios de Cáritas, que se multiplican cada día para atender las necesidades más urgentes de los más necesitados"
José Pita, por su parte, subrayó que de los 54 bancos existentes en España, cuatro están en Galicia, y resaltó que "por cada euro recibido, remitimos a la sociedad cien euros; es decir, el cien por cien".
Para el editor José Luis Teófilo, distinguido en enero, el premio "é unha responsabilidade máis coa que espero non defraudar a ninguén", y se comprometió a que "endexamais deixarei de crer en Galicia, de apostar por Galicia, e de esgotar ata o derradeiro alento da miña vida en traballar pola terra que me viu nacer, crecer e a que quero que me vexa morrer".
Además, aprovechó su intervención para recordar que "son fillo de Rosalía, a peixeira de Vilaxoán que tanto traballou para sacar o seu fillo adiante", y dio las gracias "á miña muller Maruxa e ao meu fillo Paulo por facer este percorrido de vida comigo".
Galardonado en febrero, el restaurador y propietario del restaurante Don Quijote, Manuel García, mencionó sus años de emigrante en Australia y señaló que "qué más se puede pedir a la vida, ser querido, respetado y premiado".
En representación del Gallegos del Año de marzo, El Corte Inglés, intervino Manuel Guitián, quien afirmó que "lo recibo en nombre de todo el equipo humano de nuestra empresa: en Galicia somos unas cuatro mil personas, cuatro mil familias gallegas que procuramos cada día hacer mejor nuestro trabajo".
Vanessa Veiga, atleta de maratón distinguida en abril, recordó que dejó el deporte durante siete años para volver siendo madre de tres hijos, que son "el motor que me ha llevado a conseguir mis sueños".
El físico Diego Martínez hizo extensivo su galardón de mayo "á Universidade de Santiago, na que fixen tanto a carreira como o doutoramento, e onde desenvolvín gran parte do traballo que foi premiado pola Sociedade Europea de Física".
Gerard López, empresario premiado en junio, aprovechó su discurso improvisado para, desde la perspectiva que le da haber estado ocho años sin pisar territorio gallego -desde que se murió su abuela-, resaltar que "he descubierto una Galicia con complicaciones, como casi todos, pero que ha cambiado mucho; he estado en la universidad, con el presidente, y lo que me ha gustado es que veo en Galicia la capacidad de salir adelante".
Una Galicia que ve con futuro, y por la que se comprometió a "volver muy pronto para analizar oportunidades y ayudar a este país que tanto quiero".
El país del que tuvieron que emigrar sus padres y por quienes él dijo sentir una emoción especial al recibir el Gallegos del Año, además de considerarlo un orgullo, ya que "mucha gente no sabe que soy español, ni gallego, y menos de Riotorto, y a partir de ahora sí que lo sabrán".
El catedrático Constantino Arosa quiso hacer extensivo su reconocimiento de agosto "a todos mis compañeros de la Universidad, con los que he formado grupos multidisciplinares de investigación", y tuvo un especial recuerdo para el catedrático Lisardo Núñez y el ingeniero Ángel Romero, ya fallecidos; así como para "mis alumnos de la facultad que año tras año me califican como el profesor más distinguido".
Berta Cáccamo, premiada en septiembre, tuvo palabras de agradecimiento para todos los que le han apoyado en su carrera, tanto su familia como sus amigos y compañeros de profesión, y mencionó a la responsable de la galería Trinta, Asunta Rodríguez.

TRES MESES DE LA TRAGEDIA

Los héroes de AngroisPresentes durante toda la gala tanto las víctimas, como los heridos y los familiares del accidente ferroviario del 24 de julio, dos representantes de los conocidos como los héroes de Angrois en aquella trágica víspera del Apóstol recogieron ayer el Gallegos del Año otorgado en reconocimiento a su altruista y heroica actuación de aquel día.
Tras un recuerdo para uno de los incondicionales de la gala que perdió la vida aquel día, el periodista Enrique Beotas, María Teresa González García solicitó "que a ninguén se lle esquezan os feridos, as vítimas e os seus familiares, e que o seu recordo nos sirva para aprender e mellorar". Algo en lo que insistió Martín Rozas, quien reclamó "ás administracións que non se abandone aos feridos e aos familiares, e que contribúan o que poidan a que as súas vidas sexan o máis levadeiras posible".