sábado, 18 de octubre de 2014

Pregón de las Fiestas de Patraix dedicadas este año a Galicia

Inaugurando la exposición de fotografías del Camino de Santiago cedida por la Xunta de Galicia con Tony Plá y Lorena Seoane.
Premiados Patraix: Representantes de Cruz Roja, Asociación de vecinos de Angrois, Muixeranga Valencia,
Félix del Río y Iaoflautas.
Tony Plá abriendo el acto.
Descubriendo la placa
Presentación de Lorena Seoane
Recibiendo el obsequio del centro Galego
Recibiendo la emdalla de la AA. VV. de Patraix



PREGÓN

Buenas noches, bona nit, boas noites.

Es para mi un orgullo y también una responsabilidad leer este pregón y quiero en primer lugar daros la bienvenida y agradecer esta invitación en nombre propio y de todos los gallegos tanto los que viven en este barrio como los de toda la comunidad, o los que han venido expresamente desde Galicia o viven repartidos por todo el mundo. Quiero expresar también mis felicitaciones, admiración y cariño a Toni Plá a la junta directiva y a todos los vecinos de este  este emblemático barrio por vuestra generosidad abriéndoos a otras comunidades y en este caso concreto a la mía, sobre todo en el veinte aniversario de vuestra Asociación y vaya mi enhorabuena también para todos los premiados y todo mi apoyo para la fiestas populares que tan sabiamente sirven de nexo entre las tradiciones y el culto a la tierra y el recuerdo a los que ya se fueron, y la modernidad, las nuevas tecnologías y las nuevas tendencias



Por otro lado, Como poeta no puedo sino admirar la belleza de esta plaza, tan recogida, y tan auténtica, bañada por los vientos del este y del oeste, y quiero resaltar el encanto de la Iglesia de san Isidro y tener un recuerdo para la fuente del maestro Ovejero que presidió las fiestas durante muchos años y para aquel pozo que aquí se encontraba y abasteció al barrio con sus aguas límpidas y frescas.

 Yo llegué a Valencia en una noche de septiembre de hace ya varios años. Mi sensación a pesar de que dicen que el gallego nunca deja su tierra atrás, fue también la de haber llegado a casa. A mi otra casa, a la casa de la luz,  la casa de la alegría, de la creatividad, de los amaneceres de la Malvarrosa del susurro de las palmeras, de los cielos índigo del verano con las sillas a las puertas de las casas, a la embriagadora tierra del azahar, de los anegados campos de arroz y de las barracas perdidas por los huertos dorados de las tardes.

Descubrir a Hemineway en un retrato en la playa de las Arenas, descubrir la casa de Marti en la plaza del Milagro, a Luis vives en el silencio de la Nau, los pequeños huertos al lado de los rascacielos, los geranios y las buganvillas que trepan por todos los balcones, las azules cúpulas, la magnificencia de los mercados, la tumba de Sorolla en el silencio del cementerio, la casa de Machado en Rocafort, o descubrir el bar Patraix, antiguo casino donde en varias ocasiones Blasco Ibáñez habló a los habitantes de este barrio, cada esquina, cada calle, cada fuente, cada jardín cada plaza, fue una experiencia que me enriqueció poco a poco y paso a paso y me hizo crecer con la propia ciudad donde me sentí siempre acogida, apoyada, comprendida y comprometida.

Galicia y el Levante comparten varias cosas, estamos  unidos por el camino de Santiago que nos lleva hasta Finisterre, saliendo desde Almusaffes recorrido por peregrinos de todas partes del mundo.

Tenemos también el mar, algo que nos ha abierto como puerta de paso a otras civilizaciones, a otras lenguas, el comercio, los negocios, las nuevas rutas y nos da ese sentido de trascendencia y de amplitud de miras tan necesario en cada momento de la vida.

Por añadidura, Galicia y Valencia son dos autonomías que disponen de su propia lengua. Conocer, hablar, leer y escribir en la lengua que nos han trasmitido nuestros ancestros es un gran tesoro, que todos debemos de mantener y cuidar.

Pero nos une sobre todo ese espíritu que planta cara a la adversidad, que se levanta tras la caída y que demuestra dignidad y valor cuando realmente se necesita.

Valencia fue asolada por varias riadas, por la pantanada de thous y por el trágico accidente del metro que vistió de luto nuestros corazones.

Galicia por los incendios, el desastre del Prestige o el accidente del Alvia.

Que no nos falte nunca el coraje, ese que gallegos y valencianos demostramos cada día, y ese espíritu de compromiso y de entrega que mitiga en lo posible la tragedia y la desgracia.

Y para cerrar este pregón voy a utilizar tan solo dos palabras, pero que para todos los gallegos tiene un gran sentido y estoy segura que para todos Vdes también.

NUNCA MAIS.

Vixca el barri de Patraix!, vixca valencia! viva Galiza!

Fotografías: MACHANCOSES Y DEL VALLE

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